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Por lo general, los tratamientos farmacológicos no están previstos en caso de enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD, por sus siglas en inglés) de los más pequeños o de dispepsia funcional. Esto porque, en el primer caso, en muchos niños se produce una resolución espontánea con el tiempo, mientras que en el segundo no han sido todavía estandarizados a causa de la complejidad del trastorno.

Obviamente, solo el médico es capaz de identificar y tratar el trastorno específico padecido por el niño, pero no cabe duda de que es posible ayudar a los niños y a sus padres a aliviar los síntomas y las molestias con algunos simples consejos útiles y con los cambios de estilo de vida que exponemos a continuación:

  • cuidar la alimentación limitando el consumo de alimentos y bebidas que puedan agravar los síntomas (alimentos grasos y fritos, chocolate, bebidas azucaradas y con cafeína como la cola, té, etc.)
  • comer a menudo evitando las comidas demasiado abundantes
  • en caso de niño sobrepeso/obeso, puede ser útil empezar un proceso de control del peso
  • evitar o limitar el uso de medicamentos que puedan producir irritación gástrica (p. ej. antiinflamatorios no esteroideos — AINE)
  • identificar los posibles factores de estrés físicos y psicológicos que pueden empeorar los síntomas en el niño
  • en los lactantes, favorecer la posición supina durante el sueño
  • para los niños más grandes, los adolescentes y los adultos, la mejor posición es tumbados sobre el costado izquierdo, con la cabeza alta.
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